Desde que sale el primer diente debemos cepillarlos 2 veces al día (mañana después del desayuno y noche después de la cena) con un cepillo de dientes adaptado a la edad del niño y con pasta de al menos 1.000 ppm (partes por millón) de flúor, porque las pastas con menos concentración no son efectivas contra la caries. Desde la erupción del primer diente temporal hasta la erupción de la primera muela temporal, deberemos utilizar muy poca cantidad de pasta dental, medida igual o inferior a un grano de arroz crudo. A partir de entonces y hasta los 6 años, la cantidad puede aumentar al tamaño de un guisante. Desde este momento ya pueden usar pasta dental de adultos. Una vez se acabe el cepillado, el pequeño puede escupir, pero no enjuagarse la boca para que el fúor haga efecto sobre los dientes (mineralizándolos y protegiéndolos).