Los síntomas que aparecen cuando el nervio está inflamado o infectado pueden ser muy variados. Éstos suelen ser similares a los que aparecen cuando hay una caries avanzada, aunque acostumbran a ser más agudos. Entre ellos encontramos la presencia de sensibilidad a los cambios de temperatura (alimentos y bebidas frías y/o calientes), dolor espontáneo de aparición repentina, dolor al morder, y cambios de color en el diente. 

Otra de las señales que nos indican la necesidad de una endodoncia es la presencia de un flemón o abceso, que suele aparecer en forma de bulto en la encía que, en ocasiones, puede suponer la supuración de pus.

Sin embargo, cada persona puede experimentar los síntomas de forma diferente, o incluso no presentar síntomas. En este punto el riesgo es grande, puesto que, si la infección no se trata a tiempo, puede provocar una progresiva pérdida de hueso y en consecuencia la pérdida del diente o incluso problemas de mayor gravedad en la salud del paciente. Por ello es importante realizarse revisiones odontológicas periódicas que descarten cualquier problema bucodental.