El diagnóstico del SAHS y la evaluación de su gravedad requiere la visita en una unidad del sueño y la realización de un estudio del sueño. Existen diferentes estudios, y pueden realizarse a través de un ingreso hospitalario o en el domicilio del paciente, pero todos consisten en analizar cómo se comporta el cuerpo mientras se duerme y averiguar si en algún momento deja de pasar aire a través de la garganta hacia los pulmones. El médico especialista decide qué estudio es el más adecuado para cada paciente.