Como todo tratamiento médico, los DAM pueden producir molestias. Éstas suelen basarse en ligero dolor en la zona mandibular y excesiva salivación, aunque estos efectos suelen desaparecer con el tiempo. Ocasionalmente pueden producirse pequeños cambios en la oclusión del paciente. Para evaluar y monitorizar estas posibles molestias es importante acudir regularmente a las visitas de control programadas, y en el caso de detectar algún problema solicitar una cita.