Cada prótesis necesita un cuidado, pero en general, es necesario una buena higiene, acudir a tus revisiones periódicas y si notas alguna molestia acudir rápido a tu dentista para que no aprezcan problemas mayores.

Las prótesis fijas deben limpiarse de manera similar a nuestros dientes naturales, idealmente después de cada comida. Recomendamos el cepillado mediante cepillo eléctrico y complementarlo mediante el uso de hilo dental y/o cepillos interproximales. El irrigador dental es una opción que podemos utilizar también para complementar la limpieza, ya que nos permitirá retirar aquellos restos de alimentos que quedan “atrapados” bajo coronas, puentes o prótesis fijas sobre implantes.

Las prótesis removibles también deben limpiarse después de cada comida. En este caso, el paciente deberá retirar la prótesis de su boca y cepillarla con ayuda de un cepillo especial para prótesis. La limpieza se puede realizar únicamente con agua, o de manera opcional se puede usar un jabón neutro, pero no recomendamos limpiarlas con pasta de dientes. Es conveniente quitarse las prótesis para dormir, así dejamos que los tejidos descansan diariamente unas horas. Durante este tiempo, podemos aprovechar para dejar las prótesis en un vaso con agua junto con una pastilla especial efervescente, que eliminan la mayor parte de la suciedad, quitan el biofilm formado por bacterias y eliminan el mal olor. Antes de insertar de nuevo las prótesis en boca, debemos enjuagarlas bien con agua para eliminar los productos de limpieza que puedan contener.